
...La Vida Duele, Duele Demasiado Aquí Sin Ti...
"Llamaste a mi puerta y allí, en el umbral de mi casa vacía, hablamos de cosas cotidianas. Mirabas mis labios y yo sentía que me quemaban. Mi respiración se entrecortaba al sentir como te acercabas cada vez más. Y sin darme tiempo a reaccionar, me cogiste por la cintura y me besaste con urgencia. Sentí un escalofrío recorrer todo mi cuerpo y me temblaron las piernas, haciendo que me aferrara a tu cuello fuertemente para no caer, para que no te alejaras. Presionaste con más intensidad tus labios sobre los míos y hundiste tu lengua en mi boca, buscando la mía y jugando con ella. Te separaste unos segundos para mirarme, sonreíste y comenzaste a deslizar tus labios por mi cuello haciéndome estremecer. Yo te devolvía cada beso deseando que pudieras sentir en cada uno de ellos todo lo que sentía por ti: desde lo más tierno, puro y dulce, hasta lo más íntimo y sensual. Te empuje, obligándote a entrar, y cerré la puerta con el pie, sin aflojar mi abrazo en absoluto. Recorrimos el breve pasillo hasta mi cuarto entre besos y caricias apasionadas, carentes de cualquier pudor, intentando deshacernos de la, ya para entonces, incomoda ropa. Y allí, en mi estrecha cama de 90, hicimos el amor con el deseo que habíamos acumulado durante demasiado tiempo."
Anoche me hubiera gustado poder estar contigo, poder hacerte el aguante, cuidarte, darte mimos... pero me tocó estar, como siempre, en la distancia, viéndote pasarlo mal. Se que es una tontería que me sintiera preocupada, porque al fin y al cabo no era mas que una borrachera como las q me he pillado yo alguna q otra vez, con su mala noche, y su desagradable resaca al dia siguiente... nada mas. Y aun así, me moría por acercarme y preguntarte como estabas, por darte la mano y decirle a tu amigo q no se molestara en repetirte veinte veces en q parada te tenias q bajar xq si veía q no te enterabas ya te avisaría yo y te acompañaría (q xa algo vivo al lado), y sin embargo, me tuve q aguantar las ganas y mirarte con cara de angustia sin poder hacer nada, xq aunq me joda yo no formo parte de tu vida (al menos no de esa manera). Pienso en lo fácil que hubiera sido acercarme y decir un "¿estas bien?", y a la vez en lo difícil... puñetera vergüenza y maldito miedo q no sirven xa nada. También me di cuenta de lo fácil q me resulta quererte, cada día más, y al la vez lo difícil q es... fácil porque te haces querer con una simple mirada, con tu dulzura, con tu risa; y difícil porque duele querer a alguien q no te corresponde, porque me rompe el alma saber q soy tan idiota de preocuparme x ti cuando poco antes has estado con otra. Pero que le voy a hacer, asi soy yo y es lógico q tu tengas a una cada finde, a las que quieras, xq eres un chico guapo, simpático, bromista, trabajador y dulce, asi q ¿quien podría resistirse? Pero a veces, como esta misma tarde, me miras, estas majo, sonríes, nos tocamos sin querer... Un roce casual en el bar cuando me cobras o de fiesta cuando pasas junto a mi en un garito abarrotado... Y deseo que ese momento dure para siempre, quedarme así sintiendo tu piel sobre la mía... No pido más, con eso me basta. Esas pequeñas cosas son mi dulce tortura. Y así estamos, tan cerca y tan lejos a la vez...
Cuando alguien rompe tus sueños y esperanzas, te acostumbras a vivir con el sufrimiento. Las lágrimas se convierten en tus compañeras de viaje, tus ojos se acomodan a ver a través de ellas, y la gente q te rodea a ver la traslucida tristeza q de ellas se desprende. Fuerzas sonrisas q no sientes y en las q nadie cree. Y sigues adelante a pesar del dolor. ¿Quién diría que un corazón roto puede seguir latiendo? Pero lo hace y te mantiene viva a pesar de que tu no quieras. A solas, gritas y pataleas deseando desaparecer. Pero sigues ahí. Y pasa el tiempo, y las heridas se van curando. Pero siguen estando ahí, nadie podrá borrar las cicatrices. Las lágrimas parecen no acabarse y tu sigues. Sigues respirando aunq te duela. Y un día aparece alguien y una llama de esperanza se enciende en tu corazón. Y quieres volver a reír, a amar… pero tienes miedo. Solo te queda hacerte una pregunta ¿sentir de nuevo y arriesgarse o quedarse atrapada para siempre en el dolor? Un camino te hace ganar la batalla, el otro hace q salga victorioso quien te rompió el corazón. Ahora, con un nuevo camino por delante, la decisión es tuya ¿VIVIR o sobrevivir?